domingo, 1 de marzo de 2015

Diario de un suicida

Martes, 17 de Enero del 2014. (Sólo otro día más)

De acuerdo... Empecemos... Me siento cohibido. Sí, estoy solo frente a un papel, pero... Uf... Me cuesta, no consigo... Expresarme. En verdad nunca he sabido hacerlo.
Dios. No sé ni por qué hago esto. No tengo por qué hacer caso al psicólogo, Javier.
Tal vez... No sé, tal vez en lo más profundo de mí aún quede esperanza. Esperanza... Curiosa palabra, y curioso sentimiento. Pero... ¿Esperanza de qué? ¿De curarme? Tal vez... Tal vez de mejorar... O tal vez sólo quiera sobrevivir un día más, para comprobar si realmente existe la felicidad o si, como el hombre del saco, es sólo un mito. Tal vez no debería seguir...
NO. Nada de pensamientos negativos.
Es extraño. Según Javi tengo que intentar pensar en positivo, eliminar los pensamientos negativos, los malos impulsos... Pero no las lágrimas.
Al principio de la terapia, cuando la depresión no era extrema, sólo grave, él me dijo que llorar era nuestra forma de no morir ahogados...
Tal vez... Ay... Realmente siento que esto es inútil, que estoy desvariando. En fin... No tengo que reprimirme... Dejarlo fluir... No ahogarme.
Es... como una metáfora. Las lágrimas son saladas, como el agua de mar. ¿Y si... y si en nuestro interior hubiera un mar? ¿Y si al llorar ese mar se desbordara... para no ahogarnos? No lo sé, es una tontería que se me ocurrió cuando en una de mis primeras sesiones con él Javier me dijo que llorara.
En fin.
Sólo estoy perdiendo el tiempo.No sé por qué hago esto, sigo sin encontrarle el sentido. ¿Acaso escribir libera endorfinas, algo, lo que sea, que me pueda hacer sonreír?
Me siento estúpido y no...

Viernes, 21 de Enero del 2014.

No pude continuar. Ni siquiera me he molestado en escribir algo los dos días anteriores.
Realmente siento que... De acuerdo, no sé cómo expresarlo. (Gran novedad en mí, ¿verdad?). Haré como lo de llorar, intentaré explicarlo con una metáfora.
Siento... que mis pensamientos son estrellas, pero soy incapaz de formar constelaciones... ¿Raro?
Bueno, se me hace más fácil expresarlo así.
No sé si estoy haciendo progresos con la terapia. Lo más seguro es que no, ya que una sobredosis de lo que sea me sigue pareciendo una forma bastante atractiva de... Al fin y al cabo, esto no es una forma de huir... Es un camino más rápido hacia el mismo final... ¿Acaso importa?...
POSITIVIDAD.
Sigo aquí. Un día más. ¿Es tan malo? Sí, lo es.
Mierda...
Cada vez me parece más difícil eso de la positividad. ¿Quién inventó esa estupidez? Todo era más fácil antes.
Cuando... cuando me preocupaba al haber tragado las semillas de la sandía. Cuando sólo amaba a mis padres. Protección era llevar el casco al montar en bici y la guerra era un juego. ¿En qué pensaba cuando decía que quería crecer?
Bueno... Debería irme... Sigo sin comprender en qué puede ayudarme desvariar en un papel. Ni siquiera escribo lo que siento. Es obvio que tristeza. E... Indiferencia... Cansancio... Da igual.

Lunes, 23 de Enero del 2014

Hoy la terapia ha sido algo diferente. Javier ha dicho... ciertas cosas que me han hecho pensar, reflexionar.
Puede que... Puede que durante mucho tiempo, tal vez toda mi vida (tal vez no), me haya estado mintiendo a mí mismo. Quiero decir, siempre he aparentado ser fuerte, de esos chicos que jamás lloran, que nunca sufren. Siempre (hasta estos últimos meses) me he levantado decidido a comerme el mundo, diciéndome que ese día iba a ser diferente. Alguna vez alguien me dijo que vivía en una mentira, y me lo tomé a mal...
Pero ahora comprendo que es cierto. Vivo en una completa mentira, porque siempre trato de aparentar que estoy bien, cuando realmente estoy hecho mierda por dentro. Eso... es una mentira, ¿no?
Bueno, escribo lo que se me pasa por la cabeza, es lo que me dijeron. No tiene por qué tener sentido. Mi mente nunca lo ha tenido.
Ahora todo me parece absurdo. Esperanza. Bonita estupidez. Bonita mentira.
Todo el mundo espera algo de las personas. Yo no. Ya no. Todo el mundo acaba defraudándote. O a lo mejor eres tú quien no cumple las expectativas. ¿Por qué? Por la esperanza. Tú esperas aceptación. Ellos siempre esperan lo mejor de ti. Pero ese “lo mejor” nunca es suficiente.
He vuelto a mentirme. Dije que no tenía esperanza... Pero no es cierto. Realmente espero tener el valor de matarme pronto para no tener que seguir escribiendo esto. O al menos espero que este cuaderno se acabe rápido.

Viernes, 27 de Enero del 2014 (Puede que mejor.)

Tres veces. Lo he contado. Javier tiene razón. Es el total de veces que me han dicho “Te quiero” en toda mi vida. Tres.
Es curioso, la verdad.
Hoy estoy aquí, vivo. Y no hay nadie. NADIE. Ni una sola persona a mi lado. ¿Y si mañana muero? Muchos estarán rodeándome. Hoy no tengo a nadie que me abrace, pero si mañana no estoy nadie querrá soltarme. Hoy nadie me dice “te quiero”... Pero sé que si mañana muero...
En fin... Aun así no quiero que me lo digan estando yo en un ataúd... Simplemente me gustaría que me lo dijeran en persona, cuando aún pudiera oírles.

Me gustaría que me lo hubieran dicho... Antes de que fuera demasiado tarde.