domingo, 5 de junio de 2016

Se rompió-

Y se rompió.
La fuerza del río arrasó con la presa, con el embalse y con el pequeño cauce que los años de lenta erosión le habían marcado como camino.
Se rompió y arrasó con todo a su paso: con los cánones, con los complejos, con las marcas que lo limitaban, con su propio camino y con su infinito e inmenso destino.
Rompió con el suelo, con los peces, con los árboles, con el mar.
Se rompió, y voló, por el simple hecho de que volar no es algo que puedan hacer los ríos. Pero claro, los ríos tampoco pueden romperse...