domingo, 6 de marzo de 2016

Amnesia.

Me encuentro en un pequeño pueblo al sur de Kenya, dentro de una claustrofóbica camioneta blanca, tumbado en lo que debe de ser el maletero, con un dolor inmenso no sé dónde, éste lápiz y el papel.
No sé qué hago aquí, no sé quién soy, no sé qué es lo que me duele, más bien arde. ¿Qué ha pasado? Me cuesta escribir, los dedos no siempre me responden, parezco paralizado. 
Intento decir algo, pero no tengo saliva, mis labios no se mueven a penas, sólo se cortan aún más. No me había dado cuenta de la extrema sequedad del ambiente, ni del aplastante calor. La boca me sabe a polvo y arena, y a penas consigo toser para no ahogarme.
¿Espera, qué cojones hago en una camioneta, por qué sé que estoy en Kenya y por qué tengo papel y lápiz?
Me va a dar una embolia o algo. No entiendo nada, voy a empezar a ponerme histérico.
De repente, se oyen unas voces, hablan algo que no entiendo, y todo suena como si estuviera bajo el agua. Me hago el dormido, o el desmayado, pero no consigo evitar tensarme cuando la puerta del maletero se abre y un rayo de luz abrasador me golpea tras los párpados.
Alguien grita algo, y noto cómo me giran hasta ponerme boca arriba. Me quedo paralizado, y cuando alguien me coge de los hombros como para arrastrarme me desmayo, esta vez de verdad.


Despierto de nuevo, esta vez no tengo ni idea de dónde estoy.
No hay luz, no consigo ver nada, y sigo sintiéndome completamente paralizado... No, espera. Poco a poco muevo las manos, y los dedos de los pies. Aun así sigo sin notar las piernas.
Repto por el suelo, a penas consigo avanzar unos centímetros cuando un dolor horrible me sube desde el codo hasta el hombro, y luego por el cuello directo a la nuca.
Ahogo un jadeo de dolor mientras puntitos de luz brillan tras mis pupilas.
¿Qué me pasa?
-¿Dónde estoy? -Articulo con voz ahogada.
El sonido rebota, al parecer estoy encerrado en algo de menos de dos metros cuadrados. Genial.
-¿HOLA? 
"Hola... la.. la... a..."
Me pego a la primera pared contra la que choco, quedando recostado, y cuando intento incorporarme me golpeo fuertemente la cabeza.
-¡JODER! -Suelto, quedando mareado y sin aire.
Me tumbo como puedo, resignado, y pego la oreja a la pared, por si consigo escuchar algún sonido afuera.
Nada.
Nada. 
Nada.
Pum pum.
Nada.
Pum pum.
Nada.
Pum pum.
¿Mi corazón va a callarse alguna vez? Hace demasiado ruido.
Y de repente...
Nada.
Nada.






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