jueves, 17 de noviembre de 2016

A veces hay que soltarlo todo, hacer que vuele libre, que baile, que flote, que sueñe, que desee, que rompa, que arda, que queme, que engulla, que se haga cenizas...
Y después de todo eso, sólo después, con todo el polvo de lo que alguna vez fue...
A veces después, hay que soplar.

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